El pasado miércoles, un hombre que permanecía preso desde 2009 fue ejecutado con una inyección letal por asesinar a su esposa que estaba embarazada, a su suegro y a su hija de cinco años.
El procedimiento se llevó a cabo en la prisión de Huntsville en Texas, donde declararon la muerte de John Hummel de 45 años, a las 18:49 hora local.
Funcionarios del Departamento de Justicia Criminal de Texas describieron que las últimas palabras de Hummel fueron: “Realmente lamento haber matado a mi familia”.
Recapitulando los hechos, en el año 2009 las autoridades hallaron en Texas tres cuerpos quemados dentro de una vivienda. Se trataba de toda la familia de Hummel, quien inicialmente negó ser responsable del ataque, pero luego confesó que antes de quemar la vivienda con sus parientes dentro, los mató a batazos.
De acuerdo con el informe de confesión del ejecutado, él había iniciado una nueva relación sentimental, pero quería hacerlo sin el pasado de una familia preexistente.
Con esta ejecución, sube a dos el número de castigos de este tipo aplicados este año en el sureño estado de Texas.