Hace 30 años, Orestes Lorenzo, quien fue piloto militar perteneciente a la FAR, se despidió de su esposa e hijos para encaminarse en una tarea arriesgada y decisiva, pero a la que estaba dispuesto con el apoyo filial.
Ese día desertó de las líneas cubanas, abandonando una práctica militar con su MiG21 BN, tomando rumbo hacia una base aérea del ejército de EEUU ubicada en Key West, Florida. Narra que “toda la incertidumbre que sentía desapareció al llegar”. También expresó: “me sentía en casa, estaba finalmente en casa, para todo lo que cuenta, ese día marcó mi renacimiento”.
Thirty years ago, I kissed goodbye my children and the bravest woman I have ever met. She had just cut a corner of their…
Posted by Orestes Lorenzo on Friday, March 19, 2021
Tras otros intentos fallidos por reunirse con su familia, en diciembre de 1992 emprendió otra tarea de alto riesgo, entrar a Cuba de nuevo en una avioneta para rescatar a su amada y valiente Vicky (María Victoria Rojas) y a sus dos hijos de 6 y 11 años en aquel momento, lo cual logró con éxito esta hazaña de valentía.
Hoy puede recordar eso momentos con alegría y agradecimiento, pues aunque hubo buenos y malos tiempos, siempre se levantó, y acompañado de su esposa ha podido ver convertidos a sus hijos en hombres de bien.
It's 28 years today of my family reaching freedom. God bless America!Hacen hoy 28 años que mi familia alcanzó la libertad. Bendecidos sean los Estados Unidos!
Posted by Orestes Lorenzo on Saturday, December 19, 2020
En su post conmemorativo publicó fotos de su familia, de su llegada a los Estados Unidos, y de recientes vuelos a bordo de una aeronave de la Segunda Guerra Mundial.
A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Orestes Lorenzo:
Hace 30 años me despedí de mis hijos y de la mujer más valiente que he conocido. Acaba de cortar un rincón de su foto para llevar en mi bolsillo durante ese incierto viaje a “Todo o Nada”, pero la incertidumbre desapareció al llegar a mi destino. Me sentí como en casa. Para todo lo que cuenta, ese día marcó mi renacimiento.
Treinta años han pasado rápido. Muchas luchas a lo largo del camino, muchos desafíos, muchas caídas y muchas recuperaciones. Y muchos momentos de alegría, realización y gratitud. A lo largo del camino siempre he tenido la mano de amigos y el sentido de inclusión en la familia más grande que es el pueblo estadounidense. Me siento americano, soy americano y con orgullo.
En esa decisión de “Todo o Nada”, lo obtuve todo. Tengo a Vicky animándome y guiándome en cada paso, tengo a mis hijos floreciendo en hombres excepcionales y tengo los mejores amigos que alguien puede tener.
Quería compartir algunas fotos que llevan el significado de ese viaje. Mi vuelo a los EE.UU. a bordo de un MiG-23 y el irónico final de ese avión. Y mi vuelo hace un par de días en uno de los aviones más emblemáticos de la Segunda Guerra Mundial, el Mustang P-51. Estas fotos lo expresan todo.