Periodista Héctor Luis Valdés critica a Mariela Castro por compartir un texto que incita a la violencia

El periodista cubano Héctor Luis Valdés acudió a las redes sociales para criticar a Mariela Castro por compartir un texto que incita a la violencia contra activistas y opositores en Cuba.

Valdés explicó que es una verdadera pena que una persona que supuestamente defiende los derechos de personas que han sido discriminadas durante mucho tiempo, comparta mensajes violentos y que inciten al odio entre cubanos.

El reportero también cuestionó la doble moral de Mariela Castro para denunciar las violaciones de derechos humanos que se dan en otros países y que se haga de la vista gorda cuando esto sucede en la isla.

También comentó que atacar a activistas como Mónica Baró, Luis Manuel Otero Alcántara y Tania Bruguera, revelan el profundo rencor que tiene la dictadura hacia todos aquellos que buscan un cambio.

Por su parte, la periodista cubana Mónica Baró, también utilizó sus redes sociales para responder al texto de Raúl Escalona Abella y a Mariela Castro por compartirlo.

“Y aquí tenemos a la directora del Centro Nacional de Educación Sexual, la hija de la fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas, compartiendo un texto que debería estar condenando. Pero supongo que piensa que mientras la violencia machista se ejerza contra las mujeres que disienten del gobierno instaurado por su tío y su padre, no hay problema. Las mujeres que disentimos aparentemente no sufrimos violencia machista, solo nuestro merecido. Aparentemente, no somos ni siquiera mujeres. No olvidemos que Mariela Castro es, además, diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Y si esta página no la lleva ella, debería por lo menos denunciar que se use su figura para promover la violencia contra la comunidad que ella dice defender”, expresó.

A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de Héctor Luis Valdés:

Menos mal que ellos con su lenguaje no incitan al odio. Si fueran más explícitos, desde hace mucho tiempo en la Cuba de ellos no existiéramos.

No sé ustedes, pero yo en lo particular no pude terminar de leer ni la primera estrofa. Lo más indignante de todo, además del texto, es que lo comparta una mujer que supuestamente decidió seguir los pasos de su madre; en la lucha por los derechos de las mujeres, la protección a niños y niñas, defensora de los derechos de las personas LGBTI.

Pero qué más podemos esperar de Mariela Castro Espín, esa misma mujer que declaró sentirse con faltas de aire cuando asesinaron a un joven afrodescendiente en Estados Unidos (George Floyd) e hizo caso omiso y mostró indiferencia cuando a los pocos días, mataron de un balazo por la espalda en Guanabacoa a Hansel Ernesto Galiano, un joven afrocubano.

Qué más podemos esperar de ella, que llama garrapatillas, a todo aquel que se le interpone y le hace frente, porque sencillamente no está de acuerdo en su discurso. Esos son los deseos oscuros de quienes nos lideran.

“Que el revolver que apunta la cien de Bruguera Tania se dispare, que el hormigón rodee el cuerpo sin vida de Luis Manuel Otero Alcántara y que las ráfagas del fusil derriben la pose de Mónica Baró Sánchez”.

Me parece estar leyendo un hechizo de algún wiccano o sencillamente estar escuchando alguna maldición neopagana. Recuerden que, en todas las religiones, incluso en las más oscuras y diabólicas; existe la ley de 3 veces 3. Todo el mal que desees, será devuelto a ti, multiplicado por tres.

“La ley de las tres veces en mente deberás tener; tres veces mal y tres veces bien”.

Bonita manera de soñar un país, convirtiendo una isla, en el Salem de 1842.

A continuación, reproducimos íntegramente las palabras de la periodista Mónica Baró Sánchez:

A esos corazones que no logran ver el machismo en el texto de Raúl Escalona: estudien. Lo aconsejo sanamente. Yo voy a ver si escribo un texto explicando minuciosamente lo que pienso que está mal en ese texto, y en creer que es pertinente usarlo para debatir, sin reparar un minuto en cómo pueden sentirse las personas ofendidas en ese texto, y los familiares de las personas ofendidas, pero no prometo nada, porque una tiene su vida.

Por cierto, me encanta que me llamen por mi apellido. Ya he contado otras veces que mi apellido viene de una negra esclavizada originaria de Nigeria, que era parte del Santa Rita de Baró, así que deben imaginarse que vivo orgullosa de mi apellido y de esa tatarabuela. Rosario fue una guerrera, una sobreviviente, una amante de la libertad. Quizás yo lo llevo en la sangre, quizás porque tengo sangre de mujer esclavizada, apellido de negra esclavizada, es que tengo clarísimo que no hay fábula más grande que esa que los amos repetían: que hay vida sin libertad.

No por gusto para Martí la libertad y la dignidad o decoro eran equivalentes: robarles a los pueblos la libertad es robarles su decoro. No por gusto defendía también Pepe que no hay manera de vivir dignamente cuando no tenemos libertad si no es luchando por ella. No por gusto la Declaración Universal de Derechos Humanos comienza por decir que todo ser humano tiene derecho a una vida digna, y esa dignidad depende de que se respeten sus derechos. Quien no entienda esto, tampoco va a entender el machismo, aunque quizás si empieza estudiando el machismo llegue a entender que el concepto vida es un concepto filosóficamente complejo, al igual que el concepto muerte.

Que yo repudie la violencia, que yo ame la vida, que yo sienta un miedo metafísico a la muerte, no significa que tenga miedo a morir. A la idea sí, es una idea compleja, un misterio, pero al acto, al hecho, ninguno. Yo estoy tan en paz con quien he sido y soy, que en cualquier momento puede llegarme la más democrática de todas. Sin embargo, esto es como dice un gran sabio de las redes: Si Yemayá quiere, yo me muero mañana, y si Yemayá no quiere, no me muero mañana. Y donde dice Yemayá, ustedes lean Oyá. Allá cada quien con su conciencia.

Mientras, les dejo una foto en la que estoy posando, porque por ahí dicen que si un día me fusilan lo que van a fusilar será una pose. “La pose de la Baró”. Es hasta un buen título, va y hasta acabo dando las gracias a su autor. De las palabras de quien intenta ofenderte, minimizarte, dominarte en cualquier forma, hay que apropiarse. Eso nos enseñó Caliban.

Paz, bendiciones y amor para todes. Y, por favor, a mis personas cercanas, no se preocupen, que nadie se imagina lo fuerte que es una Baró. Y lo fuerte que es el mar que siempre me acompaña, hasta cuando lo tengo lejos, y lo fuerte que es el viento. Además, a mí me dijeron que iba a cumplir cien años, y quién sabe, a lo mejor me da por vivir 62 mil milenios.