El preso político cubano Luis Robles Elizástigui, permanece injustamente recluido en la prisión Combinado del Este, de la capital cubana, en la cual carece de la atención médica adecuada para los problemas de salud que presenta.
Su madre Yindra Elizástigui Jardines ofreció declaraciones a la plataforma independiente CubaNet, en las que denunció que, en la más reciente visita realizada a su hijo en dicho centro penitenciario, logró contactar con la enfermera del área donde se encuentra el joven, quien le informó vía telefónica que a su consideración no tenía ninguna enfermedad y que se encontraba bien de salud, y que ella había hablado con él.
Esto fue desmentido por Robles a su madre en una conversación telefónica. “Él me dice que, entrando por la puerta, escuchó que ella (la enfermera) estaba hablando conmigo”, explicó Yindra.
La madre le respondió a la enfermera que “hay muchas cosas que se ven bien por fuera, pero que por dentro tienen sus irregularidades”. De igual manera, le indicó que ella simplemente estaba exigiendo que su hijo fuera atendido, debido a los problemas de salud que presenta.
“Yo estoy por pensar que a Luis lo llevaron ese día a la enfermería, debido a la denuncia que yo hice en mi publicación, porque mi hijo me informó que ya nadie más lo ha ido a ver para sus problemas de salud”, señaló.
La mujer puntualizó que al entrar a la prisión su hijo solo padecía de gastritis, y estando en la misma “debutó con una hipertensión arterial, hemorroides, y ahora está presentando problemas en la vista”.
Asimismo, denunció que las autoridades penitenciarias le aseguraron que tenían un hospital con todas las condiciones, pero ella se pregunta “¿Por qué nuestros familiares se están enfermando? ¿Por qué no los atienden si tienen tantas condiciones?”.
Destacó que los familiares de los reclusos les llevan los medicamentos a la instalación, pero las autoridades no le permiten el ingreso de los mismos.
Entretanto, Luis Robles denunció mediante una llamada telefónica que el pasado 8 de noviembre le indicaron que, para recibir un diagnóstico acertado sobre su estado de salud, debía ser remitido al Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, ubicado en el Vedado capitalino, ya que el centro penitenciario no cuenta con los medios para realizarle las pruebas.
Más de una semana después, resaltó que no había sido conducido a la mencionada institución médica ni había recibido atención por el personal de la prisión.
Cabe recordar que el joven guantanamero fue detenido el 4 diciembre de 2020 en el Boulevard de San Rafael en Centro Habana, por protestar en solitario sosteniendo un cartel donde exigía libertad para el rapero contestatario Denis Solís. Desde entonces ha permanecido recluido en el Combinado del Este.
Se encuentra cumpliendo la injusta condena de 5 años de privación de libertad por los presuntos delitos de “propaganda enemiga” y “desobediencia”.