Cubanos residentes en el municipio artemiseño de Bauta denunciaron la venta de croquetas explosivas en un establecimiento de ese territorio, las cuales han causado severas lesiones a los consumidores.
A través del grupo público de Facebook “Gente de Bauta”, la usuaria Niurka Víctores compartió imágenes de una mujer con quemaduras en varias partes de su cuerpo y escribió: “Ciudadanos de Bauta, si no quieren terminar así, no compren más croquetas detrás del mercado. Ahora ella quedará marcada para toda su vida, y ni tan siquiera le pagan una indemnización por todos los daños causados”.
De igual manera, la usuaria Alie Bringas Delgado, denunció en dicho grupo el pasado lunes 27 de junio, que las croquetas son comercializadas en un local ubicado detrás del mercado de la Calle Martí y publicó una imagen suya en la que muestra su brazo vendado a causa de las quemaduras.
Junto a la instantánea, la mujer escribió: “Hola, mis amigos de Bauta. Les voy a dar un consejo, tengan cuidado al freír las croquetas que venden detrás del mercado en la Calle Martí, me explotaron en la mano y estoy toda quemada”.
“Ya hace una semana y no mejoro. No me quemé la cara porque fui rápida, pero tengo entendido que una muchacha se quemó la cara y bien grave. Debo aclarar que el negocio es de un particular llamado Luis, no del Estado. Hay que hablar con él para que explique qué está pasando con la elaboración y calidad de esas croquetas”, concluyó la mujer.
Los internautas reaccionaron al suceso: “No te desanimes, a mí me pasó algo igual y con una crema que se llama Vimang, que es de la cáscara del mango, se me quitaron todas las marcas. Yo lloré mucho, pensé que de mi cara y el cuello no se me iban a quitar las marcas” … “Todo es una odisea en este pueblo. Ya no basta con los horrorosos apagones ni la falta de agua, para que también las croquetas dejen quemaduras de esa índole. ¡Hay que parar ya!” … “Pronta recuperación. En Cuba no existe indemnización ni nada” … “¿Eso fue una croqueta o una bomba de harina y pellejo?” … “Por Dios, qué falta de respeto tan grande. Y así hay personas que apoyan estas cosas, por eso estamos como estamos, pero claro, nadie sufre el dolor de nadie hasta que le pase. Es una falta de no sé qué venderle al pueblo tal cosa. Qué horror”.